Los hijos han de salir a su Madre.
Hoy 8 de diciembre celebramos el misterio de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, que sea una ocasión para recordar que seremos Inmaculados como la Inmaculada y para prepararnos espiritualmente con la serie de 9 meditaciones en audio que presentamos al final. Para comenzar, ¿cómo se nos conoce en el cielo?
El Ángel saludó a María como "llena de gracia". En el Cielo, nos conocen más por lo que somos que por el nombre que recibimos en la tierra. Estos seres celestes, van a lo esencial y no se quedan en detalles. Aunque para los hebreos el nombre significa lo que la persona es. Por eso "Jesús" significa: "Yahveh salva", porque Él nos salva de nuestros pecados.
A su Madre la salvó tanto que no la dejó contraer ni siquiera el pecado original, por eso en Lourdes Ella se llamó a sí misma "la Inmaculada Concepción": esa es su esencia más profunda, lo que Ella verdaderamente es.
Si a eso unimos que su Hijo en la cruz nos la dio por Madre, resulta de todo ello que la intención del Hijo, que hizo Santa a su Madre, es hacernos santos a nosotros por medio de Ella. Quiere hacernos Inmaculados como la Inmaculada: ¡lo que es imposible para los hombres es posible -y fácil- para Dios, para Él que nada es imposible!
Basta que tengamos fe. Y la fe, precisamente la fe, es lo que Ella tuvo, incluso cuando todos a su alrededor -el Sábado Santo- habían dejado de creer: "Dichosa tú que has creído porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá".
El Hijo nos ha dado a su Padre por Padre y a su Madre por Madre, si aceptamos esto en la fe seremos santos como Él es santo: no hay santidad ni salvación ninguna fuera de ésta. Nadie va al Padre sino por Él, y nadie va al Hijo sino por la Madre, la misma por la que Jesús nos vino por la primera vez.
Si aceptamos esto y la tomamos por Madre como San Juan al pie de la Cruz, entonces Ella se encargará de hacernos santos. Como le dijo a la hermana Lucía de Fátima: "mi Corazón Inmaculado será tu refugio y el camino que te conducirá a Dios". Este es el secreto de la santidad. Ella es Madre de la Iglesia y hará de ella una esposa santa e Inmaculada para presentársela a su Hijo, Dios tres veces santo. Jesús no se puede casar con una Esposa que no sea santa como Él es santo.
Y le ha encargado a su Madre que engendre a esa Iglesia y le transmita esa santidad que Él le transmitió a Ella desde el primer instante de su Concepción Inmaculada. Nosotros hemos sido llamados a ser piedras vivas de esta Iglesia santa.
Si nos entregamos a María, Ella nos hará santos como una buena Madre educa a sus hijos a la vez que les cuida y alimenta. La Inmaculada es el secreto de nuestra santificación: su Corazón es refugio en esta vida de sufrimientos y camino que nos lleva hasta el Dios tres veces Santo. "Amén", es verdad, que así sea.
Para prepararse para la fiesta a la Inmaculada Concepción, se puede participar en la novena en audio a la Inmaculada Concepción, lanzada en Hozana para este año. Haciendo clic aquí.
Padre Gonzalo Mazarrasa, por Hozana.
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