Casi siempre llegamos a la Cuaresma trastabillando sin tener mucha idea de qué vamos a hacer ni dónde estamos parados... buscando misa de miércoles de ceniza a último momento, pensando en qué turno de procesión vamos a cargar este año, o a dónde iremos de vacaciones, olvidando lo importante y lo esencial de este tiempo litúrgico.
Para nuestra fortuna, existe un libro que nos ofrece un buen norte para saber por dónde empezar. "La Pasión de Nuestro Señor Jesucristo", del sacerdote español y catedrático de Historia, Federico Suárez, es una crónica minuciosa y completa de la Pasión de Jesús que todo cristiano debería leer al menos una vez en su vida. Si se lee durante la Cuaresma, muchísimo mejor.
Dicho texto puede ser considerado un auxiliar para meditar y profundizar la Pasión de Nuestro Señor, partiendo de la premisa de Santo Tomás Moro de que
«...no hay nada más eficaz para la salvación de un alma y el desarrollo de las virtudes que la contemplación piadosa y afectiva de cada una de las escenas de la Pasión de Cristo.»
Es desde la consideración de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo que encontramos la fuerza que necesitamos constantemente en las diferentes situaciones de la vida, y todos estos hechos están narrados en esta obra. No es ninguna casualidad que los más grandes santos le hayan tenido una gran devoción y nos hayan antecedido en la maestría de meditar y hacer propias cada una de las heridas que Jesús, por amor, soportó en silencio y con valentía.
Esta obra nos lleva de la mano en un profundo y trascendente recorrido contemplativo de la Pasión de Jesús desde la introducción sugerente que hace san Mateo en su evangelio: el episodio previo a la ida al huerto de Getsemaní, en el Monte de los Olivos, en donde expone y anuncia a los apóstoles lo que está por suceder (ver san Mateo 26, 26ss).
Capítulo a capítulo se nos va adentrando a profundidad en cada uno de los pasos que dio y vivió Nuestro Señor camino a lo que sería el final de su vida: una muerte cruenta, una muerte de cruz, tan sólo para enseñarnos que el lazo que más nos uniría a Él no sería el de experimentar la resistencia de la naturaleza humana, sino el de amar la voluntad del Padre para identificarnos con ella por amor.
Gracias a su maestría de historiador, el autor narra, explica, comenta y medita cada uno de los acontecimientos recogidos en las fuentes sólidas de los Evangelios: el discurso en la última cena, la angustiante oración en el Getsemaní, los juicios religioso y civil, la actitud de los apóstoles frente a la confusa situación, la ida al Calvario con la cruz al hombro, la crucifixión en toda su crudeza, Santa María al pie del dolor y de la muerte, la gloriosa resurrección, y la ascensión luego de concluida la misión. Páginas repletas de hechos y meditaciones que tienen por objetivo hablarnos directo al corazón.
Una de las enseñanzas que más nos puede marcar y abrir los ojos al leer este libro, es la de la importancia vital del papel del que todos reconocemos y señalamos como el traidor y quizá el más famoso de los apóstoles: Judas Iscariote. Y lo cierto es que, (bajo palabras del mismo autor) «meditar acerca del caso de Judas, es a la vez, estremecedor y de gran provecho para quien quiera abrirse a la gracia para comprender, sobre los textos del Evangelio, el porqué del desastroso final de un apóstol». Final que, incluso nosotros, sin la ayuda de Dios y sin humildad, podríamos llegar a tener también.
En el capítulo dedicado a Judas Iscariote, se expone en paralelo el caso de Pedro, que también pecó, también se arrepintió y también lloró. ¿La diferencia entre uno y otro? Pedro está en los altares y Judas no. El primero amó a Jesús, el segundo no. Puede sonar fuerte o demasiado directo, pero es la realidad latente que nos respira en la nuca a todos y a cada uno de nosotros... ¿Qué tanto amamos a Jesús? ¿Qué hemos dejado de hacer por Él? ¿Qué estamos dispuestos a hacer por Él? Preguntas que al igual que a Pedro, nos van carcomiendo la conciencia conforme avanzamos en la lectura de este notable libro de meditación.
La lectura de este libro resulta muy adecuada para hacer oración, especialmente en este tiempo que está por iniciar, pues está redactado de una manera explicativa sencilla, precisa y clara. Definitivamente un recurso útil para prepararnos durante los cuarenta días previos al martirio y muerte del Hombre que más ha amado en la historia de la humanidad, que nos puede servir para unirnos más y mejor a su sufrimiento, y por supuesto, a vivir la Cuaresma como Dios nos manda.
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