La bondad de Dios

"Y Dios vio que era bueno".

Esta línea se repite varias veces a lo largo de toda la historia de la creación en Génesis. Todo lo que Dios creó, en toda la historia, lo ve como bueno. No importa cuánto Satanás haya torcido nuestros puntos de vista, Dios ve lo bueno.

En la primera lectura del domingo pasado, escuchamos a Dios formando al hombre del barro del suelo, soplando el aliento de vida en sus fosas nasales. Unas líneas más tarde, se nos cuenta la historia de la serpiente que tuerce las palabras de Dios: "¿Dios realmente te dijo que no comieras de ninguno de los árboles en el jardín?" (Génesis 3,1). Hasta este punto, Eva solo veía lo bueno; ella confiaba en su Padre celestial y nunca cuestionó su bondad.

Sin embargo, con una pequeña palabra, Eva cuestiona todo. La serpiente pregunta: "¿Dios realmente dijo...?” y Eva duda de que su Creador tenga en mente sus mejores intereses. De repente se pregunta si le habían mentido todo el tiempo. Ella entra en pánico y le dice a Satanás que Dios no dijo que no puede comer de ningún árbol, sino sólo el árbol en el medio del jardín. Eva le dijo a la serpiente: "Dios dijo: No la comerás ni la tocarás, para que no mueras".

¡Pero espera un segundo! Dios nunca dijo eso, Eva. Les ordenó que no lo comieran, nunca dijo que no lo tocasen. ¡Pero mira qué astutamente la serpiente tergiversó su entendimiento!

Satanás ha estado retorciendo las palabras de Dios desde el principio de los tiempos, y continúa haciéndolo hasta nuestros días. Quiere que dudemos de que nuestro Creador nos ama más allá de toda comprensión humana. Él quiere que escuchemos sus silenciosos impulsos y mentiras antes de que escuchemos a Aquel que realmente desea nuestro bien. Él quiere colarse y hacer los cambios más sutiles a lo que Dios dice, para que finalmente cuestionemos la bondad de nuestro Padre Celestial.

Esta temporada de Cuaresma, mientras caminamos hacia la Pasión y la Muerte de Cristo, recordemos la bondad de Dios. No importa dónde te encuentres en tu viaje con el Señor, Él lo ve como bueno. Él te ama tanto que preferiría morir antes que arriesgar una eternidad sin ti. Sufrió la muerte más espantosa porque sabe que eres bueno, que lo vales.

Ya no dejes que la astuta serpiente te robe la alegría y te convenza de lo contrario. Aléjate de tus dudas y corre con los brazos abiertos de regreso a tu Padre Celestial, que lo volvería a hacer por ti, sólo por ti.

Desde mi corazón al tuyo,

Angie M.

+ una hermosa canción