“Al contrario, dad culto al Señor, Cristo, en vuestros corazones, siempre dispuestos a dar respuestas a todo el que os pida razón de vuestra esperanza" (1Pedro 3, 15).
A todos nos ha pasado, bueno, eso creo yo, que estás un domingo en la mañana en tu casa, después de misa, o estás recién levantado, descansando, después de una ardua semana de trabajo, de estudio o de labores hogareñas, y tocan la puerta, abres de par en par, y están allí, sí, son dos, bien vestidos, te saludan, pero ya les abriste la puerta, si la cierras eres un maleducado, entonces con cara de pocos amigos, los atiendes. "Buenos días", dicen los personajes, tú, como a regañadientes, respondes, con un "buenos días" que casi no se te entiende, ellos dicen, somos estudiantes de la biblia, los atiendes, pero como no tienes buena formación bíblica, te ganan el debate, te dejan sus revistas de estudio, te dicen que pronto volverán a visitarte, y qué encarte, ya no sabes cómo sacártelos de encima, o peor aún, te han dejado muy confundido.
Bueno, para que no te pase lo de la historia que te acabo de relatar, todo cristiano católico, debe saber dar razones de su fe, de su esperanza; decir que soy católico porque mis padres son católicos, por tradición, o cualquier otra excusa, aunque sea una razón válida, no es la mejor, es por eso que nosotros los bautizados, debemos tener un mínimo de formación en temas referentes a nuestra fe, a la biblia, la Iglesia, entiéndase Magisterio y Tradición, y todo lo que se atañe a toda esta temática.
Para comenzar, hay que comprender que es la apologética, según el Diccionario de la Real Academia Española, la define como, "conjunto de los argumentos que se exponen en apoyo de la verdad de una religión", y apología, la define como, "discurso de palabra o por escrito, en defensa o alabanza de alguien o algo"; podríamos señalar que, la apologética en el sentido estrictamente católico, es la defensa de la fe, léase bien, la defensa, no el ataque a otras religiones o a cualquier secta, es defender la fe de los errores que otros pretendan predicar acerca de nuestra religión, ya sea de personas o instituciones no católicas, o incluso, dentro de la misma Iglesia.
Este corto artículo, pretende ser una introducción a la apologética, para que si no tienes mucho conocimiento del mismo, te adentres a este tema, y empieces a sentir, que es necesario dar razones de nuestra fe.
Lo primero que debemos hacer es, empezar a tener formación bíblica, pero no es solo leer la Biblia, es interpretarla a la luz del Magisterio de la Santa Madre Iglesia, que tiene 2000 años de tradición; pero, antes de interpretarla, hay que conocer la historia de la misma Biblia, de cómo se formó el Antiguo y el Nuevo Testamento, conocer que es el canon bíblico, y quien decretó y en qué año, que este conjunto de libros, escritos y cartas, serían los libros sagrados del cristianismo. Y por último, después de conocer y aprender lo anterior, estudiar los argumentos bíblicos de lo que como católicos creemos y practicamos para así defender nuestra fe; por ejemplo, analizar en qué puntos somos más atacados, para buscar la defensa, en los versículos apropiados, solo por mencionar algunos, las imágenes sagradas, el papado, la sucesión apostólica, el bautismo de los niños, la Eucaristía, las postrimerías (cielo, infierno, purgatorio, juicio), la Virgen María, la comunión de los santos, el sacramento de la reconciliación. Además, es importante acercarse a lo que se llama la apologética histórica, que es la defensa de la Iglesia de las leyendas negras que se tejen respecto a diferentes temas, como la conquista de América, la inquisición, la Edad Media, las cruzadas, entre otros.
Para terminar, espero que hayas quedado interesado en abordar este tema, del cual estaré escribiendo en próximos artículos; tema que, a mi modo de ver, te permitirá conocer más las verdaderas riquezas de la Iglesia Católica, y conociéndola más, amarla más, como Madre y Maestra que ella es.
Thaanks for sharing this